Vanessa soñó con las pasarelas desde los 13 años, pero sus padres, quienes por el momento estaban divorciados, solo se ponían de acuerdo para negarle ese estilo de vida a la joven; algo que ahora recuerda y agradece muchísimo "no estaba lista para lo que iba a enfrentar" dice ella. Ahora, en un mundo de excesos y fiestas esta modelo lograr mantenerse firme a sus convicciones, para ello, ha dejado muy claro en su contrato que se niega a modelar en transparencias e interiores, no trabaja total o parcialmente desnuda y se rehúsa a ser la imagen publicitaria de productos que vayan en contra de su moral como por ejemplo alcohol, cigarrillos y condones. Así, y aunque muchos se refieran a ella como poco profesional, Vanessa se ha ganado su puesto en el mundo de la moda.